Hace unas semanas hice un viaje diferente.
¿Sabes esas vacaciones en las que te marchas una o dos semanas y cuando vuelves estás igual de cansada/o que el primer día?
Pues todo lo contrario. En dos días volví con las pilas más cargadas que nunca. Porque no hubo horarios imposibles para verlo todo, aglomeraciones horribles, colas, ni comidas pesadas…
No, de eso ando un poco cansada.
Llevaba tiempo necesitando unos días para mí; Para poner en off todas mis pequeñas batallas y desconectar un poco. Quería que mi escapada ideal fuera en un lugar
- Rodeado de naturaleza
- Tranquilo, con poca gente
- Con espacios para poder practicar yoga
- Con oferta de comida saludable
- Con actividades que me ayuden a desconectar
Hace un tiempo Pedro y Estefanía, los propietarios de El Estanque y el Almendro, me escribieron para que conociera su rincón. Y nada más entrar en la página web me enamoré del lugar y del concepto, así que tan pronto como me fue posible, me colgué la esterilla a la espalda y allá que me fui, de escapada yogui!
*Nota: Pedro y Estefanía me invitaron a pasar dos noches en su casa rural sin pedirme nada a cambio. Los gastos de transporte, comidas, y actividades fueron por mi cuenta. Como siempre, todas las opiniones que ves en mi blog son mías.
MI ESCAPADA YOGUI
EL ENTORNO
La casa se encuentra situada en Jimena de la Frontera, un pueblecito del pequeño paraíso que es la sierra de Cádiz. Hice el viaje desde Madrid en tren, y desde que entramos en la sierra no dejé de mirar el paisaje embobada.
Desde la entrada de la casa parte una bonita ruta siguiendo el río Hozgarganta que te lleva hasta el castillo del pueblo, no te puedes perder esas vistas. El pueblo en sí es pequeñito, pero callejearlo es más que recomendable.
LA CASA
Si el entorno es bonito, la casa ya ni te cuento. Se trata de una antigua fábrica de bombas que mandó construir Carlos III, y aun se conserva la muralla original. Tiene un patio precioso, dos piscinas, muchísimo espacio verde…Pero si de verdad quieres hacerte una idea, es mejor que dejes de leerme y veas las fotos de la web.
En una pequeña estancia acristalada, con vistas al jardín puedes practicar yoga. Yo lo hice a primera hora de la mañana y la experiencia es única. Además Pedro, que siempre está atento a todos los detalles, me dejó incienso para quemar…no faltó de nada para convertir el viaje en la escapada yogui por excelencia!
LA HABITACIÓN
Yo me alojé en una habitación preciosa con vistas al patio interior. Tenía dos camas individuales y baño privado que no estaba dentro de la habitación(aunque lo tenía en frente). Tenía siempre disponible té para hacerme cuando quisiera y agua, que son el tipo de detalles que todo yogui agradece.
EL PERSONAL
Pedro ha trabajado en hostelería toda su vida. Con su amplia experiencia en el sector, tenía claro lo que quería ofrecer: un lugar de desconexión rodeado de naturaleza y un trato personal, adaptado a las necesidades de cada uno. Esa determinación se nota en el mimo que pone en todos los detalles de la casa junto con Estefanía, su compañera en este proyecto, que comparte la visión de Pedro al 100% y que, al ser de Jimena, te dará las mejores recomendaciones para que disfrutes de tu estancia. Juntos consiguen que nada más llegar te sientas como en casa.
LAS COMIDAS
Susana, hermana de Pedro, se encarga de las cenas. Comenzó a interesarse por la dieta saludable hace muchos años y ha ido poco a poco desarrollando su pasión por la cocina. Me contaban cuando estuve allí que al principio costó tomar la decisión de ofrecer solo cenas veganas, pero decidieron arriesgarse y el resultado ha sido acogido estupendamente! Yo decidí probar un día; iba con miedo, porque aunque estoy intentando comer más sano, hay determinados alimentos que todavía me cuesta muchísimo incorporar a mi dieta.
Como entrante tomé un paté de zanahoria y frutos secos que estaba espectacular(que yo diga esto de la zanahoria tiene miga). De primer plato había crema de remolacha, riquísima. De segundo, risotto de coliflor con leche de coco, que le daba una textura y un sabor que no te esperarías. El postre fueron unas trufas deliciosas. Sin lugar a dudas, prueba superada!
El desayuno, que viene incluido, también es increíble. Para empezar smoothie de frutas, pan recién tostadito con aceite, tomate, y una sobrasada vegana que hace que no eches de menos en nada a la original. También hay un pequeño buffet con quesos, yogur, mermeladas caseras, miel y frutos secos…
LAS ACTIVIDADES
Belén, hermana de Pedro y de Susana, ofrece masajes. Al igual ellos, no ve en lo que hace sólo un trabajo, sino que es su pasión. Para ella los masajes son una manera de conectar con las personas. No tuve oportunidad de probarlo, pero si vuelvo sin duda lo haré!
Hay infinidad de actividades disponibles en la zona. Yo, que soy una apasionada de los caballos, opté por hacer un ruta por los alcornocales en la que me lo pasé bomba. Dependiendo de la estación puedes asistir a actividades como la berrea del ciervo, el descorche, jornadas micológicas… También tienes disponibles actividades orientadas a tu salud para complementar tu escapada yogui, como un taller para re-aprender a comer.
A modo de resumen, estoy encantada de haber podido conocer este pequeño rincón. La verdad es que me quedé con ganas de volver con más tiempo para probar más actividades!
Si quieres unas vacaciones un poco diferentes, te recomiendo encarecidamente este tipo de escapadas. Y si como a mí, este sitio te ha enamorado, solo aconsejarte que para reservas sale más barato hacerlo directamente por la página web que por cualquier gestor online.
Namaste y feliz descanso 🙂