Todos los yoguis hemos tenido mil dudas y nos hemos puesto todas las excusas habidas y por haber para no empezar a hacer yoga.
En mi caso llevaba tiempo interesada y quería probar alguna clase, pero siempre acababa desechando la idea o diciéndome a mí misma que lo haría en otro momento. En otras palabras, me autoengañaba. A todos nos pasa algo parecido a la hora de probar cosas nuevas.
¿Por qué hacemos esto?
Es la manera que nuestra mente tiene de racionalizar el por qué no queremos salir de nuestra zona de confort. Podemos ponernos mil excusas, pero la verdadera razón de por qué no lo hacemos es muy sencilla:
Porque da mucho miedo
Y lo da por varias razones
- No sabemos con certeza lo que va a pasar
- Nos aterra fracasar o no encontrar lo que buscábamos
- Implica hacer un esfuerzo, gastar energía
La verdad es que esto se puede hacer extensible a cualquier ámbito de nuestra vida.
Pero en el caso del yoga, las excusas que nos ponemos son muy muy parecidas en todos los casos. Desde que he empezado a practicar, cuando hablo con la gente me fijo en cuáles son sus excusas para no hacer yoga, y en este post te voy a explicar por qué no debes dejar que ninguna de ellas te aparte de probarlo si es lo que realmente quieres.
10 excusas para no hacer yoga
1)No soy flexible
Está en el top de la lista por algo: es la excusa estrella.
Siempre me ha resultado muy curioso porque, ¿No se supone que el motivo de empezar una clase es aprender una habilidad que no tenías? Es decir, te apuntas a clases de inglés porque no sabes inglés, o de fotografía para aprender a tomar fotos…
Si no eres flexible, mucho mejor!! Le sacarás más partido al yoga porque tienes más margen de aprendizaje! Verás tus progresos y alucinarás
2)Tengo que perder peso
Bueno, pues con esto pasa un poco como con lo de la flexibilidad. El yoga ayuda a perder peso(unos estilos más que otros) y tu IMC no es ningún prererquisito para ir a una clase de yoga.
De verdad que me parece importantísimo remarcar esto: cualquier cuerpo es perfecto para empezar a hacer yoga. Da igual que no estés en forma, da igual que te cueste llegar a ciertas posturas. Hay infinitas modificaciones de manera que las asanas se puedan adaptar a cada cuerpo individual.
3)Tengo que cambiar de hábitos
No. Para nada.
Fumas?Te gusta demasiado McDonalds? Te bebes alguna copa de vez en cuando? No importa.
Nadie te va a juzgar por tu estilo de vida en una clase de yoga y si lo hacen, bueno, los que no están siendo muy yóguicos son ellos.
Es verdad que al yoga se le asocian unos hábitos de vida muy concretos: nuestra idea del «yogui perfecto» es una persona que no fuma, no bebe, es vegano, recicla, tiene un huerto en casa…Eso es porque a medida que vas haciendo yoga empiezas a hacerte preguntas sobre ti y el mundo y las cosas en tu vida se van reordenando, pero esto es algo que pasa de manera natural, y no todos acabamos adoptando los mismos hábitos ni al mismo tiempo.
No tienes que cambiar para empezar a hacer yoga, pero seguramente hacer yoga hará que vayas cambiando ciertas cosas.
4)Es muy espiritual
Bueno, depende del estilo de clases, del profesor, de mil cosas…
Sí que es verdad que en muchas clases por ejemplo se canta el Om al principio y al final. Tú no tienes por qué hacerlo si te incomoda. En serio, nadie va a estar mirando a ver si cantas o no cantas!! La práctica de yoga puede ser tan espiritual como tú quieras hacerla. Hombre, no te metas a una clase de kundalini si la espiritualidad es algo que no te llama, pero el yoga está lo suficientemente occidentalizado como para que no vayas a tener mucho problema en general.
Otra cosa, el yoga no es una religión. Aunque muchas de sus enseñanzas están enraizadas en el budismo o el hinduismo, no tienes que creer en determinadas cosas para ir a una clase. Da igual que seas cristiano, musulmán, ateo, agnóstico…
5)Es para mujeres
Poco a poco este mito se está desterrando, pero hay gente que aún piensa que es así. He ido a varios estudios diferentes, y en todos había algún chico. Si no me crees date una vuelta por Instagram y explora los estos 10 perfiles que te proponen aquí.
Es verdad que hay posturas que pueden resultar más complicadas para los chicos, como las que trabajan la flexibilidad de la cadera. Pero tenéis más ventaja por ejemplo en las asanas que requieran fuerza de brazos.
6)No tengo tiempo
Sí. Si tienes cinco minutos, tienes tiempo.
Vale, a lo mejor no es lo ideal. Lo ideal sería que tuvieras dos horas libres al día para poder irte a un estudio y luego darte una ducha tranquilamente. Pero que no dispongas de ese tiempo no quiere decir que no puedas hacer yoga.
En Youtube tienes infinidad de videos de yoga que duran solo cinco o diez minutos.
Entiendo que no me creas si te digo que en tan poco tiempo no puedes tranformar tu día, así que prueba y me cuentas!
7)Es demasiado suave
Cuando me dicen esto(y lo dice mucha gente) yo les invito siempre a que vengan a una clase de Ashtanga conmigo. «¿Pero eso son estiramientos, no?»
No, créeme. Depende mucho del tipo de yoga(en una clase de yoga restaurativo es verdad que no vas a sudar) pero los estilos tipo Vinyasa no son ninguna tontería. Créeme que el primer día saldrás con agujetas.
Pero los estilos más tranquilos también son un reto. No se trata de que tengas mucha resistencia, sino de que no estás acostumbrado a usarla como en yoga. Trabajarás músculos que normalmente pasas por alto, además de otros aspectos que puede que hayas dejado de lado, como el equilibrio o la flexibilidad.
8)No tengo dinero
Entiendo que lo ideal es poder ir a un estudio dos o tres veces por semana para hacer yoga. Es mi opción preferida, por la dinámica de grupo, por tener la atención de un profesor, por tener las secuencias ya hechas…
Pero hay más opciones. Si ya tienes experiencia puedes practicar en casa por tu cuenta, que también tiene sus ventajas. Si aún así necesitas algo de guía tienes un porrón de clases en Youtube que son gratis.
También hay opciones intermedias, como las clases online de pago. Muchas plataformas te ofrecen videos online pagando 12/15 euros al mes.
9)Tengo que esperar a curarme esta lesión/este dolor
Está claro que si tienes algún tipo de patología tienes que consultar primero con un médico si puedes realizar yoga. Si él te da vía libre, coméntaselo siempre a tu profesor cuando vayas a clase. En general las lesiones leves no tienen por qué impedirte practicar yoga, lo que sí vas a tener que hacer es modificar las posturas(como hice yo con mi esguince de tobillo).
Con los dolores pasa algo parecido. Además, en varios estudios se sugiere que el yoga ayuda a los pacientes con dolor crónico.
10)Voy a hacer el ridículo los primeros días
Qué va, no te preocupes en lo más mínimo. La práctica de yoga, aunque en las clases se haga en conjunto, es individual. La gente suele estar a lo suyo. Bastante tenemos con pensar en nuestro propio cuerpo como para fijarnos en otros!
Además, todos hemos sido principiantes! Varias veces me he pegado porrazos contra el suelo en medio de la clase, pero como nos ha pasado a todos nadie se asusta 😉
Bueno con este post espero haberte transmitido que si realmente tienes ganas de probar el yoga no te lo tienes ni que plantear. Millones de personas en el mundo practican yoga independientemente de su edad, sexo, condición física, religión…y hay las suficientes opciones hoy en día para que, independientemente de tu situación, de tu trabajo, o de tu economía, le des una oportunidad.
Así que, no más excusas! Empieza hoy mismo a cambiar tu vida.